Hace
unos días buscaba en cartelera algo para sacarle tiempo esta semana y luego de
ver trailers y recomendaciones me dije: qué aburrida esta generación
nostálgica. 20 años de las mismas películas; desde los X-Men, pasando por algún "héroe" masacrando vietnamitas (¿iraquíes?), Stallone que se resiste a
envejecer, Hugh Grant saturado de botox fingiendo ser el mismo adolescente de
los 90´s. De nuevo Karate Kid, otra de los Minions o de Toretto y sus secuaces.
¿En
serio los 4 Fantásticos otra vez? Parece que el Universo Marvel fuera tan
escaso como el argumento de sus películas, la psicología de sus personajes.
DC
Comics no se queda atrás, de no ser por el jugo que le han sacado a Batman y el
resto de sus misoginos personajes tendrían que inventar algún alter ego de Hugh
Hefner.
Cuando
pagamos la entrada a Godzilla, por ejemplo, ¿en realidad creemos que el
monstruo va a dejar de destruir la ciudad para dirigirse a la cámara a hablar
de literatura universal? ¿Qué diferente podemos encontrar con unas tractomulas
que quedan a la merced de un adolescente problemático? Sea Shia Labeouf ó Mark Wahlberg el guión no va a
cambiar.
Aplaudimos
que Arnold repita, qué retomaran el argumento, que la hagan compleja como muestran
los avances y que Cameron esté detrás moviendo sus hilos pero, ¿era necesario
un remake de Terminator? Si hacemos un esfuerzo colectivo, olvidamos la tercera
y cuarta entrega, y nos quedamos hasta el Juicio Final sin dañar la magia, podríamos
evitar la hartura de 3D que estoy seguro nos vamos a llevar.
¿Quién
se traga ahora el cuento de un Lou Ferrigno pintado de verde, de una Mujer
Maravilla deteniendo balas con los brazaletes? Nadie y la tecnología no colabora.
Extraño esa sensación de horror que produce El Planeta de los Simios de Franklin Schaffner; un grupo de hombres
verdaderamente agotados en el desierto de la humanidad que no les pertenecería
nunca más y aquél mico científico desamparado por decir públicamente que el
mono venía del hombre. Nada que ver con la versión de un Tim de cuyo Burton no
quiero acordarme, sin hablar de las inútiles precuelas de Rupert Wyatt y un
flojo James Franco.
El
cine está pasando por un buen momento, es cierto y hay para todos, ahí están
los Malick, las Claudias Llosa; podría dejar de quejarme y girar la cabeza
hacia David Lynch y evitarme otra rabia por culpa de Luc Besson y sus
Transportadores o ver al pesado aunque interesante Lars von Trier, pero soy al
igual que ustedes, por más cine de culto que hallamos visto, animal del
comercio, por eso voy al cine cansado de escudriñar en la internet alguna joya
refundida; y por eso también volvemos al cine de autor cuando Hollywood se pone
pesado.
